Hoy se cumplen 19 años desde que la Asociación Cultural la Valera se inscribía en el registro de asociaciones siendo así reconocida oficialmente como una entidad sin ánimo de lucro dentro de la provincia de Teruel.
Actualmente esta asociación, salvo que se impida este verano, se encuentra en proceso de disolución.
Según declaraciones de Tomás Herrera, ex-miembro de la Junta actualmente disuelta, quien sustituiría en el cargo al anterior presidente, tras su dimisión, la Valera está sin Junta Directiva por falta de gente dispuesta a renovar estos cargos, hasta la próxima reunión que tendrá lugar el próximo mes de agosto tras las fiestas de verano. "los pocos socios que quedan, no acuden a las reuniones, ni colaboran en las actividades" - lamentaba Tomás -
>> Léelo en el comunicado de la Web
Serán también las primeras fiestas de verano desde 1995 en las que la Valera no participe. Esta entidad, aquel año, fue la responsable de recuperar estos festejos perdidos durante más de una década.
Tomás Herrera también decía lo siguiente: "a ver si así la gente se da cuenta de todo lo que se estaba haciendo desde la Valera". Este año se prevé que las barras de las fiestas sean contratadas, de la misma manera que se hace con la explotación de las piscinas, el bar...
Por este motivo definitivamente las fiestas serán organizadas íntegramente por el Ayuntamiento. Tras el verano de 2005 ha sido el Consistorio municipal quien se hizo cargo del grueso del presupuesto económico para desarrollar estas fiestas.
Durante los últimos años la Valera recibe una subvención anual municipal de 12000 euros que destina íntegramente al proyecto 'Vida Sana' (masajes y otras actividades que ayudan a la mejora de la salud de los vecinos de Castelnou) que viene desarrollando desde hace unos años Santiago Bíscaro.
Los beneficios de las barras que gestiona esta asociación se destinaban a la coparticipación junto con el Ayuntamiento en el pago de las cenas de fiestas y los mercados medievales.
Sería una pena que se perdiera definitivamente esta herramienta social que servía en el pasado para poner en marcha un montón de proyectos que iban desde el medio ambiente hasta lo más puramente lúdico.
>> Consulta la historia de esta asociación (Rujiar XII, Centro de Estudios del Bajo Martín)
Pese a las demandas de transparencia, la Valera en consonancia con la Corporación, no suele publicar las cifras donde se hace constar donde se destinan todos los recursos económicos.
Desde 2006 las principales fuentes de ingresos de la asociación eran los beneficios de las barras de las fiestas de verano, invierno y otros eventos como el festival de jotas.
El sorteo de la Lotería de Navidad también constituye una fuente de ingresos al que sumaremos la cuota de los socios.
Sin ir más lejos, el tio Valero, hace unos días, comentaba en el bar que en el último Pleno del Ayuntamiento se habían destinado a la Valera 23000 euros de las arcas municipales. -"23 no, 33000"- decía el alcalde ayer mismo, bromeando en declaraciones, donde junto a Tomás Herrera, también miembro de la Corporación, decían que los únicos fondos destinados para la Valera este año son, como es habitual los 12000 euros, que "prácticamente no son para la Valera" ya que van íntegramente destinados al pago de los mencionados servicios del proyecto 'Vida Sana'.
Son bastantes ex-socios los que muestran dudas de como se gestionan estos recursos. A esta circunstancia tenemos que sumar que, como sucede siempre, con el paso del tiempo, todas estas asociaciones suelen perder el interés que suscitan en los inicios de su actividad. Así el año pasado, cuando la Valera alcanzaba 'la mayoría de edad' se planteaba por primera vez durante mucho tiempo su continuidad, e instaba a sus antiguos y todavía socios a pagar la cuota y renovar energías.
Todo apunta a que la anterior Junta no lograba los objetivos deseados tras ese llamamiento, donde sólo se recuperaba la no despreciable cifra de 35 socios, que sí se encuentra lejos de aquella media que rondaba en t al centenar, con los que esta asociación contó durante bastantes años.
Las quejas sobre la escasa participación en la organización de actividades son la demostración de que las ilusiones y la implicación que inspiraba a muchos para hacerse partícipes de estas actividades ha ido disminuyendo exponencialmente hasta llegar a los niveles actuales.
Ahora, más que nunca, se hace necesario recuperar el entusiasmo que hizo que al inicio de su actividad, en menos de un año la Valera contara con más de cien socios (más que los entonces vecinos del pueblo). Tomás mostraba esperanzas en que la gente joven tome el relevo al anterior núcleo de esta organización, después de las próximas fiestas, tras ver la falta de actividades típicas que se harán patentes durante esos días, que al no estar la Valera para organizarlas se dejaran de realizar.
Todo esto sólo tendrá sentido si estas reflexiones parten de estos nuevos impulsores del proyecto y no son solo lo que se espera de ellos. Como siempre, el tiempo lo dirá
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